Encuentra chalets de montaña en Flores

Ha sido una estancia perfecta. Es una familia maravillosa que nos ha hecho sentir como en casa. Altamente recomendable.

La atención y la cercanía de los anfitriones es increíble. Se implican mucho para que parezca que estás como en casa, te dan café y comida de bienvenida, si te falta algo, lo que sea, te lo dan en seguida, te ayudan en la cocina y con el transporte… Una estancia de 10. Muy recomendable.

Son una família encantadora, os animo a que los conozcáis y habléis con ellos. Te hacen sentir como en casa en todo momento. Sin ninguna duda volveré algun día solo para verles. Esta en una zona tranquila pero a pocos minutos en moto del centro de Labuan Bajo.

Primero que todo me Encanto la naturaleza que hay dentro del hostel y el cariño que le ponen

Lo mejor de este alojamiento son sus dueños. Son personas encantadoras que te informan y ayudan en lo que necesites. Te hacen sentir como en casa.

El personal es encantador, los dueños del homestay son una familia que vive allí mismo. Tienes desayuno incluido y también te preparan ricos platos si lo pides para comida o cena. El sitio es alejado del centro que puede ser tanto una ventaja como desventaja depende lo que buscas, de noche no se oyen ruidos menos los de la naturaleza. Está cerca del aeropuerto (10 min andando). Las camas son muy cómodas y anchas. El precio es muy barato, sin duda por calidad-precio merece la pena alojarse aquí.

la familia que vive en la casa es increíble. Me invitaron a cenar una noche, limpian casi todos los días la habitacion, tiene agua caliente que en ruteng pocos lugares la tienen, es una zona alejada del centro pero es el mejor precio de ruteng. Elmdessyuno está bien abundante plátano y un huevo con una tostada. Tiene cocina puedes quedarte un buen tiempo ahí.

La familia y el anfitrión, Tio, son muy acogedores y realmente te hacen sentir como en casa. Escuchan tus planes y te ayudan a buscar cómo hacerlo realidad, nos recomendaron unas cascadas y un pequeño bar desde donde ver la puesta de sol y ambas fueron un acierto, muchísimas gracias a Tio y su padre Cristo por los buenos momentos y su colaboración, no habría sido lo mismo sin ellos. También nos alquilaron una scooter y nos encontraron plaza en un barco para hacer el tour alrededor del parque natural de Komodo.

Más que un alojamiento es una experiencia de convivencia con la familia de Carleta. Sus padres son generosos y abren las puertas de su casa a los viajeros ofreciendo lo que tienen. La habitación y el Baño compartido estan muy limpios, la comida es sabrosa y abundante. Ofrecen su ayuda altruista mente y te hacen sentir en familia. Totalmente recomendable.