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El hotel tiene una ubicación muy fácil de acceder desde la carretera. Tuvimos un problema con el coche y enseguida vinieron a ayudarnos. Las instalaciones muy cuidadas y con una decoración muy acorde al lugar. Pudimos hacer sandboard por las dunas y fue genial, lo disfrutamos muchísimo. Si venís a este hotel os recomendamos muchísimo hacer sandboard. Las instalaciones eran perfectas, un salón al aire libre para poder tomate té y disfrutar de las vistas y el paisaje, todo el día habia té y café árabe disponible. las habitaciones eran muy completas, parecía mentira que estar en el desierto pudiera ser tan cómodo. Y la comida estaba buenísima los panes estaban recién hechos , una barbacoa con brochetas de carne y pollo a la brasa que cocinaba en el momento.