En un rincón sereno de Barreal se encuentra La Loica, una casa acogedora donde la calidez familiar se combina con la amplitud de un parque verde pensado para el descanso y la vida al aire libre. Cada espacio ha sido creado para que tu estadía sea más que una pausa: una experiencia que invita a compartir, relajarse y reconectar con lo simple y lo esencial. El nombre La Loica evoca a ese ave andina de canto vibrante, símbolo de alegría y compañía, que recuerda la riqueza natural y cultural de la región. Al igual que su inspiración, este alojamiento transmite cercanía y autenticidad, un refugio en el que cada visitante se siente en casa. La vivienda, de espíritu familiar, ofrece ambientes cómodos y luminosos, pensados para quienes buscan descansar en un entorno tranquilo y seguro. Afuera, un parque amplio y verde invita a leer bajo la sombra de los árboles, disfrutar de reuniones al aire libre o simplemente dejarse llevar por el silencio de la montaña. La Loica se encuentra en una zona ideal para caminatas y paseos tranquilos, con acceso cercano al río y a los paisajes únicos de Calingasta. A pocos minutos, la experiencia se enriquece con bodegas boutique, quesos de cabra artesanales y productos regionales que reflejan la identidad local.

Soy una persona apasionada por la naturaleza, la vida de campo y las tradiciones del Valle de Calingasta. Me interesan la historia, el trabajo con la tierra y el contacto con la montaña y el río, que forman parte de la identidad de este lugar. Disfruto del silencio, la calma y de compartir este entorno único con quienes lo visitan. Me gusta recibir gente porque cada viajero trae una energía especial y una manera distinta de ver el mundo. La hospitalidad es para mí una forma de encuentro: abrir las puertas de Rancho Raíz permite mostrar la esencia de Barreal y crear momentos de conexión auténtica. Mi mayor satisfacción es que los huéspedes se sientan cómodos y se lleven recuerdos verdaderos de su estadía.

La Loica se ubica en un entorno privilegiado, a los pies de la Precordillera de los Andes, en un rincón de Barreal que combina serenidad, belleza natural y un aire único de montaña. La casa está situada sobre la calle Los Enamorados, una de las más emblemáticas y pintorescas del pueblo, reconocida por su encanto y por el ambiente tranquilo que invita a caminar y disfrutar del paisaje. El barrio ofrece la posibilidad de caminatas relajadas entre álamos y canales de riego, con vistas abiertas a la cordillera y al cielo límpido que caracteriza a la región. La cercanía con el río y la calma del entorno lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan desconectar y, al mismo tiempo, disfrutar de la hospitalidad de Barreal.