Somos una familia cafetera del Quindío que decidió abrir las puertas de nuestra finca para compartir la belleza, la calma y las tradiciones de nuestra región. En Casa Laureles disfrutamos recibiendo viajeros y ayudándolos a descubrir el encanto del campo colombiano. Nos gusta ofrecer un servicio cercano y personalizado: te acompañaremos al llegar, te contaremos sobre la historia del café y estaremos disponibles durante tu estancia para ayudarte en lo que necesites o guiarte en el tour del café. Queremos que te sientas como en casa, rodeado de naturaleza, hospitalidad y aroma a café recién hecho.

Casa Laureles es una finca familiar ubicada en el corazón del Paisaje Cultural Cafetero, donde la tradición y la naturaleza se encuentran. Hemos restaurado una casa típica cafetera e integrado un antiguo beneficiadero de café, creando un espacio acogedor, lleno de historia y rodeado de hermosos paisajes. La propiedad cuenta con amplias zonas verdes, jardines, estanques y un sendero ecológico de 1,5 km que bordea una quebrada y atraviesa cafetales y árboles nativos. Aquí podrás disfrutar la tranquilidad del campo y descubrir la vida rural en un entorno seguro y auténtico. Ofrecemos alojamiento cómodo con diferentes opciones: habitaciones privadas o una casa completa con tres dormitorios, cocina equipada, sala y comedor. Cada espacio está diseñado para brindar descanso y comodidad, con detalles que reflejan la esencia cafetera. Durante tu estancia podrás participar en nuestro tour del café, una experiencia guiada en la finca donde conocerás el proceso del grano y degustarás café fresco, o simplemente relajarte disfrutando de los sonidos de la naturaleza. Te recibiremos con atención cálida y personalizada, ayudándote a descubrir los rincones del Eje cafetero y vivir una experiencia cafetera inolvidable.

Casa Laureles está ubicada justo en el corazón del Eje Cafetero, en una zona rural tranquila y rodeada de naturaleza. Nos encontramos a 20–30 minutos de Filandia, por una vía destapada en buen estado, y desde aquí puedes acceder fácilmente a destinos como Salento, Quimbaya y Montenegro. A solo 20 minutos encontrarás otras fincas cafeteras y el Parque Nacional Barbas–Bremen, ideal para observar monos aulladores y disfrutar caminatas entre bosques nativos. En nuestra finca escucharás el sonido constante de la naturaleza: pájaros, ranas y el murmullo del agua. Los vecinos más cercanos están a cientos de metros, lo que garantiza privacidad y tranquilidad. Aun así, la zona es completamente segura, y trabajamos en comunidad apoyando la economía local.