Greemount ha sido, desde sus inicios, nuestro único negocio y el proyecto más significativo para nuestra familia. Durante más de ocho años hemos trabajado juntos, dedicando tiempo, esfuerzo y dedicación para sacarlo adelante y convertirlo en un espacio acogedor para quienes nos visitan. Cada miembro de la familia ha aportado su trabajo y sus habilidades, construyendo paso a paso un lugar que no solo representa nuestra fuente de sustento, sino también un sueño compartido. A lo largo de estos años, hemos aprendido, crecido y superado desafíos siempre unidos, lo que ha permitido que Greemount mantenga una esencia auténtica y un ambiente cálido que refleja nuestros valores. Nuestro compromiso diario es ofrecer un servicio cercano y de calidad, como resultado directo del trabajo familiar que nos ha acompañado durante todo este tiempo.

Nuestro pequeño hotel es un negocio familiar que nace del deseo de compartir un espacio auténtico, cálido y lleno de encanto con cada uno de nuestros visitantes. Nuestras instalaciones están decoradas con un estilo rústico que refleja la esencia de la zona, integrando elementos naturales y detalles cuidadosamente seleccionados para crear un ambiente acogedor y relajante. Nos esforzamos por ofrecer a nuestros huéspedes una experiencia de hospedaje tranquila, donde puedan desconectarse del ritmo cotidiano y disfrutar de una estancia cómoda, personalizada y cercana. La atención familiar se refleja en cada aspecto del servicio, procurando que quienes nos visitan se sientan como en casa desde el primer momento. Nos encontramos a una corta distancia del pueblo de Santa Elena, lo que permite disfrutar de la serenidad del entorno sin renunciar a la conveniencia de tener acceso rápido a restaurantes, comercios, tours y los principales atractivos de la región. Nuestro objetivo es brindar un refugio ideal para descansar, explorar y vivir lo mejor que ofrece Monteverde.

Un barrio tranquilo y amigable, donde la naturaleza forma parte de la vida diaria y donde es posible disfrutar de magníficos miradores hacia el golfo de Puntarenas, ideales para contemplar atardeceres realmente inolvidables. Es un lugar que mantiene un equilibrio perfecto: no tan lejos de la ciudad como para perder acceso a lo esencial, pero tampoco tan cerca como para renunciar a la paz y el silencio que lo caracterizan. Aquí podrá disfrutar de un ambiente sereno en compañía de su familia y amigos, rodeado de paisajes únicos que invitan al descanso, la convivencia y la conexión con el entorno.