Este alojamiento es uno de los más singulares de Perth, ya que está situado en un molino de agua del siglo XV y todavía se puede ver el agua correr a través de la noria original en el jardín, la zona de recepción y el bar salón. Hay conexión a internet de alta velocidad gratuita en todo el hotel. Las habitaciones disponen de baño privado, TV de pantalla plana, secador de pelo, plancha pantalones, teléfono de marcación directa y set de té y café. En los alrededores se puede visitar el palacio de Scone, los jardines de Branklyn y la destilería Glenturret, además del parque acuático Perth Leisure Pool y la pista de hielo Dewars. También merecen una visita el Museo y Galería de Arte de Perth y el centro de visitantes de Caithness Glass.

A las parejas les gusta la ubicación. Le pusieron un puntaje de 8,9 para un viaje de a dos.

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