Espectacularmente ubicado frente al mar en la histórica ciudad de Kinsale. El hotel es de propiedad privada y ofrece un ambiente agradable a la vez que profesional. Kinsale es uno de los pueblos más pintorescos de Irlanda; está lleno de historia y tiene un encantador ambiente de antaño. El golf, la pesca de altura, la equitación y la vela son solo algunas de las muchas actividades disponibles en la zona. En las inmediaciones del Hotel Trident también hay multitud de lugares de interés para visitar, así como una gran selección de tiendas, galerías, cafeterías, pubs y restaurantes en la ciudad.

A las parejas les encanta la ubicación — Le han puesto un 9,6 para viajes de dos personas.

Las distancias en la descripción del alojamiento se calculan con OpenStreetMap©